Deva
Martín Solar es sin duda una de nuestras deportistas más internacionales.
Campeona de España de Bodyboard desde el año 2007, subcampeona de Europa en
2010, un séptimo puesto en un Campeonato
del Mundo, tres veces seleccionada por la Federación Española
para competir en el Eurosurfing… Pero Deva está siendo estos días noticia por
un motivo completamente ajeno al bodyboard, a sus increíbles maniobras o sobresalientes
resultados en alguna competición nacional o internacional. La cántabra ha
saltado a la palestra al dejar su indeleble huella artística en dos inmensos
murales situados en la isla canaria de Fuerteventura. El primero, de vivos
colores, se encuentra en la fachada de un edificio situado, estratégicamente, en
mitad de la ciudad de Puerto del Rosario, y el segundo está en un muro de gran
longitud, en Corralejo, también perteneciente a Fuerteventura.
Para el primer mural, Deva decidió dibujar una
niña regando un corazón, una alegoría que intenta recordar a las personas que
hay que “amarse” y “respetarse” a diario, de lunes a domingo, siete días por
semana, los 365 días del año.
“Mi primera obra es una niña regando un
corazón. Creo que, en este mundo, cada día es más necesario recordar a las
personas que hay que amarse y respetarse los unos a los otros; y quería que la
gente, cada vez que pase por ahí, se pare a pensar un segundo en eso. Creo que
es un mensaje bonito y que tiene mucha fuerza”, argumenta la joven pintora, que
acaba de cumplir 30 años.
En el segundo mural, en el de Corralejo, Deva
ha querido plasmar la gran conexión espiritual que siente con Fuerteventura,
ínsula que considera “mágica”. También es una obra mucha más surfera, al
aparecer olas muy tuberas como las que Deva surfea a diario. “En el segundo
mural, lo que he querido representar es lo mágica que es para mí esta
isla. En un principio, he destacado el
mar, sus olas perfectas… Un paraíso en medio de un desierto… He metido sirenas,
ya que para mí esta isla tiene un toque mágico, y las he situado de forma que
expresan tranquilidad, como la isla en sí, y belleza”.
El espectador que visione alguna de las obras
realizadas por la bodyboarder enseguida se percatará de un estilo alegre, cálido
y rompedor; lleno de luminosidad y de una gran variedad cromática que inunda las
retinas y rompe el tono monocorde y anodino de los espacios urbanos de la isla,
donde impera el impoluto blanco. La
cántabra a la hora de hablar de su estilo destaca el concepto de “fusión”, que
le permite mezclar el graffiti con el óleo, ya que lo que busca, a menudo,
tanto en sus pinturas como en sus murales, es “conseguir simular con los pinceles
ese efecto spray tan característico de los graffiteros”.
Para
Deva poder pintar en Fuerteventura supone un “privilegio”, “un sueño hecho
realidad”, pues es una isla que guarda para ella una gran significación a nivel
personal. “Estoy muy contenta de que me
eligieran a mí para pintar estas dos paredes. Es un privilegio para mí, por un
doble motivo. Primero, al encontrarse
ambos murales en muy buena ubicación; y segundo, porque esta isla
significa mucho para mí”. “Que me den esta oportunidad de darme a conocer es un
sueño hecho realidad”, concluye.
Una oportunidad que llegó gracias a otra
figura estelar del bodyboard nacional, Eunate Aguirre, que, conocedora de las
dotes artísticas de Deva, envió alguna de sus pinturas a la Oficina de Urbanismo.
“La idea de pintar los murales surgió en
Fuerteventura, donde la pintura de murales está muy de moda. Un día hablando
con Eunate Aguirre, campeona del mundo de bodyboard y compañera de tantas
competiciones y viajes, me dijo que iba a mandar mis cuadros a una chica que
trabaja para Urbanismo, a ver qué le parecían, para hacer un mural gigante. Los
cuadros gustaron mucho y al mes siguiente me llamaron para realizar el trabajo
más grande que jamás podía haber imaginado”, explica la campeona cántabra, que
ha impuesto su dictadura en el campeonato de España de Bodyboard, que domina
con mano de hierro desde 2007.
Enfrentarse a un mural sobre una pared blanca
de doce metros supone un reto similar o mayor al de hacerlo a una ola grande.
Deva recuerda así el primer día en el que tuvo que verse cara a cara con
semejante folio en blanco: “Tras ponerme delante de aquella enorme pared blanca
de 12 metros
de altura me asusté un poco, (risas). Enseguida me puse manos a la obra. Comencé con el boceto. Estuve durante una
semana entera dándole vueltas”. Al igual que con el bodyboard, Deva no se
asusta ante los desafíos y, cuanto mayores son éstos, más se crece la campeona
de España: “Tengo que reconocer que esto ha sido un reto para mí y que, cuanto
más grande es el dibujo, más disfruto”.
La pasión por la pintura para Deva no es algo
nuevo. Es algo que le viene de lejos. Tal vez desde antes incluso que empezara
a surfear. Una pasión que le debe a su madre:
“Pinto desde que tengo uso de razón. Toda mi vida he sido autodidacta y me ha
encantado pintar con las propias manos sin usar apenas los pinceles. Siempre
los profesores del colegio e instituto me apoyaron mucho en este ámbito, pero
sobretodo mi madre, ella siempre dibujó muy bien e insistió en que yo tenía que
dedicarme a este trabajo, lo cual se lo agradeceré cada día”, explica,
emocionada.
Por último, Deva no descarta poder hacer algo
similar en Cantabria. “Hace poco me llamó Guillermo Blanco, que fue concejal de deportes de mi pueblo,
Suances, y, en un par de semanas, he quedado en reunirme con él para hablar
sobre un posible proyecto en mi pueblo, que yo estaría muy orgullosa de llevar
acabo”. Un proyecto que de materializarse permitirá a los cántabros disfrutar
de los colores y formas de los que ya disfrutan en Canarias y de un auténtico
arco iris en el cielo gris del urbanismo costero regional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario