sábado, 27 de octubre de 2018
sábado, 20 de octubre de 2018
Hondar 2050, la batalla por un mar libre de plásticos ha comenzado
Muy pocos colectivos como el formado por los surfistas es tan plenamente consciente de fenómenos como el cambio climático o la degradación del medio ambiente. No hay más que irse a la playa a coger unas olas y percatarse de que la subida del nivel del mar por efecto del calentamiento global o la contaminación del fondo marino por parte de los plásticos y otros residuos de origen humano es una realidad, y no únicamente, como sostienen ciertos lobbies interesadamente, una leyenda urbana o una invención de los ecologistas para asustar a la población.
Tal vez por este mismo motivo, los surfistas hayan creado organizaciones como la Surfrider foundation o hagan documentales como Hondar 2050, con el que intentar transmitir y al mismo tiempo tratar de minimizar en la medida de lo posible las grandes amenazas que se ciernen sobre los océanos.
Hondar 2050 es un producción audiovisual creada por el realizador italiano afincado en Euskadi, Cesare
Maglioni (1977, Forli, Italia). Una
radiografía fidedigna y sin edulcoraciones de la problemática de la basura
marina en las costas vascas, pero que es extensible a cualquier punto bañado
por el mar de nuestro país y del planeta.
La entrevista con Cesare Maglioni se puede leer en stafmagazine
domingo, 14 de octubre de 2018
La surfería de Suances. Alejo Solar en estado puro
En un país de tabernas irlandesas donde tras la última e irrechazable oferta del agresivo comercial de bebidas de la zona, consistente en diez mesas, cuarenta sillas y ocho sombrillas para la terraza, no queda de irlandés ni las cervezas del cañero, se agradece un establecimiento a pie de playa como el que ha montado el surfer Alejo Solar en Suances.
La Surfería no es el enésimo bar que aprovechando la imparable moda del surf que sufren nuestras costas ha decidido subirse a la ola, intentando hacer el agosto a costa de vender cervezas, cafés o raciones de rabas a los surfistas sustituyendo donde antaño estaba el póster del Madrid de la décima o el reloj del Barcelona o de puritos Reig por un cartel del Gran Miércoles o de The Endless Summer. La Surfería es un bar de surfistas para surfistas. Un local con atmósfera y ambiente surferos donde reponer fuerzas comentando con los amigos el último baño o tomarse un gin-tonic una tarde sin olas sin el runrún de fondo de las invocaciones a la madre del colegiado del partido del Canal Liga.
En teoría, las tiendas, los bares que frecuentamos reflejan
la personalidad de sus propietarios; pero la realidad nos dice otra cosa.
Merced a las franquicias, una tienda es igual aquí que en Helsinki. Otras veces,
los dueños dejan el aspecto de sus locales en manos de un diseñador de
interiores o de un prestigioso estudio que cobran un pastón por unos conceptos
y proyectos incomprensibles para el común de los mortales. El Marketing también ha hecho mucho daño con sus
análisis de mercado y sus estudios de promoción en punto de venta. Por fortuna,
todavía quedan románticos que optan por darles a sus negocios un toque
personal, que les gusta imprimirles su sello o dejar su huella de identidad.
Por eso, cuando me enteré que Alejo Solar (Torrelavega, 1973) dejaba su tienda
de surf, en la ciudad, después de 20 años, para instalarse en Suances
(Cantabria), a pie de playa, tenía ganas de ver su nuevo negocio. Bajo el nombre de La Surfería, Alejo reúne,
bajo el mismo techo, lo que ha estado haciendo toda su vida, impartir clases de stand up paddle y surf y
dirigir una boutique surfera, y le suma ahora bar, restaurante y próximamente
hotel. Además organiza conciertos, exposiciones, recitales poéticos… Un garito con alma y ambiente surferos que es
la fiel expresión de su propietario.
-¿Cómo definirías
este nuevo proyecto que has emprendido: La Surfería?
-Tal y como reza uno de los eslóganes que le hemos puesto: “La Surfería es mucho”,
porque va a englobar muchas cosas. La idea es que La Surfería no sea un bar, que no sea una tienda, que no
sea una escuela. Que sea todo a la vez; que el que venga aquí tenga la
sensación que puede hacer todo… Que pueda darse un baño con nosotros, tomarse
una cerveza, dormir en nuestras habitaciones. La idea es ésa, que lo sea todo.
miércoles, 10 de octubre de 2018
Surf or die... of laughter IV, la saga se amplia
Sale a la luz Surf or die... of Laughter IV, Jon Satrústegui lives después de más de seis años de trabajo. Una vez leí a alguien decir que había escrito un determinado libro ante la insistencia de la gente, que prácticamente se lo había suplicado de rodillas (sin comentarios). Si yo me hubiese guiado por esto, jamás hubiese escrito un libro de relatos de surf, no digamos ya un segundo, un tercero y ahora un cuarto. Cuando cerré en falso la saga, subtitulando la tercera entrega como "La última y me salgo", precisamente me dejé guiar por factores externos, desoyendo una voz interior que me aseguraba que el trío de peligrosos surfistas locales formado por Jon Satrústegui, El Oso y Armando Leza aún tenía mucho recorrido y vida por delante. ¿Por qué habría de privarles de vivir las más estrafalarias aventuras cuando dentro de mí no hacían más que ocurrírseme situaciones disparatadas y sentía que no había llegado el final todavía? Triste es la vida del artista que somete su actividad creativa a las demandas externas y más triste es la de aquel que se inhibe a la hora de crear algo porque desde fuera no se lo piden. Además, en un país donde se estila tanto la subvención (el dinero público no es de nadie), ¿no es precisamente esa una de las pocas ventajas que tiene la autopublicación? ¿Que te puedes permitir el 'lujo' de sacar un libro, a sabiendas de que los estudios de mercado te lo desaconsejan, porque eres tú el que pones y el que decides palmar la pasta?
El escribir estos libros ha tenido una finalidad que no era la inicialmente esperada. Mis libros no han tenido un fin cuantitativo, ni me han servido para conocer a mucha gente ni para tener muchos lectores, pero por contra han sido un pasaporte inmejorable para entablar amistad con un puñado de auténticos personajes que sin la excusa del libro jamás hubiese conocido. En esta cuarta entrega, desde la portada hasta las reseñas que he puesto en las solapas, trató de devolverles mi gratitud... Aunque creo que el favor una vez más me lo vuelven a hacer ellos. Desde a Mario San Miguel que en un momento de horas bajas me mandó un inesperado SMS diciendo que se estaba partiendo con mis libros y que aquello era "auténtico torrentismo ilustrado", hasta David García, 'Capi', pionero de las escuelas de surf en España, y al que recuerdo llevé el primer libro para vender en su Escuela Cántabra de Surf a regañadientes, pues pensaba que al leer algunos de los relatos en los que parodiaba las escuelas, poco menos que me lincharía. Luego, se ha convertido en uno de mis mayores valedores y tanto él como su hermano Nacho me han echado siempre una mano en todo lo que han podido. Luego, está el caso del pintor Gómez Bueno, al que no conocía absolutamente de nada, y desde la lejana California y desde el primer momento accedió a hacerme la portada del segundo, luego del cuarto, y que me ha dado todo tipo de contactos, consejos y que incluso me sugirió para formar parte en una exposición que sobre la cultura del surf en España se organizó en el Museo Marítimo de Asturias. Pero por encima de todas estas cosas, de todos ellos me llevo una de las más valiosas lecciones de vida, que entre personas hay que echarse una mano, independientemente de que los conozcas o no; con más motivo si cabe si es un desconocido.
Pero no desviemos la atención, Surf or die... of Laughter IV constituye una entrega más de las disparatas historias del surfista local Jon Satrústegui, o como versa su sinopsis:
"Cuarta entrega de la saga de relatos de humor surfrealista
más original y desternillante de la historia de la Literatura Universal. Jon
Satrústegui regresa de entre los muertos para intentar frenar una vez más,
junto a sus amigos, El Oso y Armando Leza, lo imparable: La alarmante
popularidad que el surfing está alcanzando en el siglo XXI. Frente a ideas tan
extendidas como que “el surf es un deporte para toda la familia”, “mi playa es
tu playa”, “si quieres aprender a surfear, yo te enseño”, el trío de peligrosos
locales pone un poco de cordura, recordando algo tan básico como que cuanta más
gente haya en el agua, menos olas tocarán por cabeza. Auténticos exponentes del
maltusianismo y del nacional localismo playero más despreciable que dejan a
Donald Trump y su muro a la altura de un altruista cooperante de Médicos Sin
Fronteras o la Cruz Roja".
419 páginas de acción ininterrumpida a lo largo de los siguientes relatos: No sin mi perro; Rebelión en la playa; Desátame; Satrústegui, acorralado; Satrústegui, el de los quince; Fortunata y La Jenny; Cincuenta sol y sombras de El Oso; A propósito de El Oso; Surfaris Santillana; Memorias de Sudáfrica, Soy leyenda; Los puentes de Ashley Madison, etc...
“Surrealista
Torrentismo ilustrado. Genial y original manera de unir el surfing con la
literatura de un modo más real e irónico. Esta saga es algo particular y único.
Una caricatura bien real que sabe reírse de sí misma”. Mario
San Miguel, Artista y surfista
“Jon Satrústegui es
parte de nuestra familia ya. La saga debería llamarse Surf o muérete de la
risa, porque me he muerto de risa leyendo estos libros, con muchas situaciones
que realmente sé que pasan”. David ‘Capi’ García, Director de la Escuela
Cántabra de Surf
“Estos relatos son las
filosofías surfísticas reales, y contadas de una forma amena y divertida. ¡Historias
del surfing a nivel nacional que pasan las fronteras internacionales! No hay ninguno
igual que otro. Disfrútalos porque son únicos”. Manel Fiochi, Leyenda del surf e introductor del surfing moderno y la
tabla corta en España
“Creo que el motivo por el que Jon Satrústegui se convierte
en un personaje entrañable a medida que vas leyendo las páginas de la saga
“Surf or Die…” es porque todos nos vemos reflejados en él. Por muy disparatadas
que sean las situaciones en las que se ve envuelto, los que llevamos el veneno
de las olas dentro, de alguna manera sabemos que bajo determinadas
circunstancias, en unas coordenadas espacio temporales favorables, Jon
Satrústegui somos nosotros mismos con otro nombre”. Gómez Bueno (Pintor, escultor, surfer y autor de la portada).
California 2017
“La saga ‘Surf or Die... of Laughter’ es una desternillante
mixtura de surf y cultura popular de los 80 y los 90. Aunque no hayas oído
hablar en tu vida de cómo hacer un tubo y piensas que la ola de izquierdas
tiene algo que ver con la socialdemocracia, las novelas de Eduardo Illarregui
te arrancan una carcajada continua gracias a su ritmo desenfrenado y sus tramas
surrealistas”. Jorge Garma, periodista
“Surf or die... of laughter es probablemente el enfoque que
necesitaba el surf español. Una vez superado el enfoque trascendentalista y de
engorile que todos pasamos al empezar a coger olas, aprendemos a reírnos un
poco de nosotros mismos, y eso nos hace disfrutar aún más de este deporte. Surf
or die es lo mismo. Relatos cortos de surf donde se cuentan una serie de
verdades como puños sobre la vida del surfista medio de este bendito país”. Fine (Costasurf.com)
sábado, 6 de octubre de 2018
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