domingo, 30 de noviembre de 2014

Manel Fiochi, un 'Ilustrado' de las olas



Ahora que celebrar el Dos de Mayo y las recreaciones de las batallas de la guerra de Independencia están tan de moda, es un buen momento para hacer un examen maduro y sensato de las relaciones estrechas que siempre ha habido entre España y Francia. Como es lógico desde una óptica surfera.  Revisando los testimonios de algunos de los surfistas cántabros más significativos, el nombre del país vecino es casi una constante en las primeras páginas de sus biografías playeras. Los hermanos Fiochi recuerdan cómo las primeras tablas vinieron de Bayona, concretamente del taller de Barland, fabricante de cabecera de los pioneros cántabros. Igualmente, el origen de algo tan cotidiano como el leash, ‘el invento’, hay que situarlo en un campeonato en Hossegor, en el que surfistas cántabros se lo vieron a unos tahitianos.
Pero no sólo material venía del otro lado de los Pirineos. Si importantes, en un primer momento, fueron las tablas, no menos crucial resultó la importación de las ideas, los conceptos, el estilo, en una comunidad surfera incipiente en la que reinaba el desconocimiento más absoluto y en la que todos partían de cero. En una sociedad donde no existía Internet ni había vídeos con los que aprender, las revistas, con sus fotografías fijas, poco valor pedagógico tenían a la hora de saber cómo incorporarse sobre la tabla, darle velocidad, realizar maniobras o adoptar uno u otro estilo de la época (Noseriding Vs. Total Involvement). Tal y como explica el pionero ManelFiochi,  en esta ausencia de referentes y ante la imposibilidad de aprender por ciencia infusa o “revelación del espíritu santo” dos eran los factores que favorecieron el desarrollo rápido de la práctica del surfing en España: “Los viajes y los escasos surfistas extranjeros que arribaban a España con sus tablas y su conocimiento más avanzado sobre cómo deslizarse sobre las olas”. Para acabar rematando: “Copiamos a los que están más adelantados y tienen el conocimiento. Hay que fijarse en los que saben más, no en los que saben menos”.
 En este aspecto, los pioneros ya recuerdan, en sus entrevistas y biografías, la importancia de estos ingleses, franceses, americanos (una generación entera en diáspora por Europa, huyendo de las oficinas de reclutamiento para la Guerra de Vietnam) y australianos para comprarles material, pero pocos hacen mención  de lo importante que fue verles en el agua, en pura acción, para empaparse de su estilo, de sus maniobras, y luego imitarlas.
 Regresando a Francia, su cercanía siempre ha tenido un papel fundamental en la historia de nuestro país, que muchas veces, reaccionariamente, intentaba protegerse de las ideas avanzadas de la nación vecina, blindando sus fronteras, con un cordón sanitario. A finales del siglo XVIII y a lo largo de todo el XIX de Francia vinieron las grandes ideas ilustradas y enciclopedistas, ideas de libertad, de separación de poderes, de soberanía popular, de una sociedad laica y aconfesional, de igualdad jurídica, el germen de la sociedad moderna y el fin del Antiguo Régimen con sus privilegios y prebendas. En la segunda mitad del XX, muchos españoles iban en tropel a Francia desde para ver películas aquí censuradas, hasta para disfrutar de una sociedad menos encorsetada. El surf tampoco escapó de esta influencia y durante sus inicios el país vecino también tuvo un papel determinante. En aquella época para un surfer español ir un mes a Francia, con el pretexto de aprender el idioma, suponía un curso intensivo de surfing. A la vuelta, seguías prácticamente con el mismo nivel de francés, pero surfeabas con mayor fluidez y soltura. De igual forma, el que regresaba era como una especie de evangelista que traía un nuevo mensaje, una buena nueva que compartir con el resto.
 Manel Fiochi recuerda aquellos ‘maravillosos años’ como una época de “vagabundeo constante” por las playas de Biarritz, en la que se gastaba “todo el dinero” que le daban sus padres en comprar “alguna tabla” o material técnico que no encontraba en Cantabria.
M. Fiochi: "Siempre fui un ilustrado, un afrancesado del surf"
 “Yo tuve la oportunidad de vivir el surf en Biarritz en verano en una época clave. Mis padres querían que practicará el idioma y yo me pasaba allí la vida solo con la tabla y la ola de La Chambre D'amour, que era como El Sardinero Beach (risas). Y luego esto se notó en mi estilo y en la efectividad. De ellos hemos copiado hasta el plan general contable”, explica, entusiasmado, a la hora de recordar sus estancias juveniles en suelo francés, que, por lo general, se extendían durante un mes todos los veranos.
 Pero ¿qué es exactamente lo que importaron los pioneros de Francia? Qué idea revolucionaria se trajo del país galo. Manel lo explica así:  
 “Intentaba imitar a Francoise Lartigau, a Joel De Rosnay, los mejores en Francia y los mejores surfistas que había en Europa. Gente que había estado mucho en Australia, Estados Unidos, en alguna de las colonias francesas diseminadas por el Pacífico... Recuerdo especialmente al australiano Keith Paul, un fenómeno, con un estilo muy rápido. Gente a la que admiraba y tuve la oportunidad de empezar a surfear con ellos y aprender. Lo más importante en el surfing es la velocidad. Con velocidad puedes hacer cualquier cosa, los bottom turn,  los cut back, cualquier maniobra. Ellos de inicio se ponían lateralmente, no como nosotros que bajábamos casi hasta el seno de la ola y casi nos quedábamos parados. Esas eran  el tipo de cosas que yo les intentaba emular”.
 Nuevas ideas y tablas más pequeñas para favorecer un surf moderno, germen del contemporáneo, del que hacen los pros y del que vemos mayoritariamente hoy en día en la playa. Manel recuerda cómo la revolución de que las tablas se acortasen unos 30 centímetros le pilló en una de sus estancias anuales en Biarritz.
 “Estando yo un mes en verano en Biarritz, llegaron los campeonatos y vinieron californianos, australianos... Ellos empezaron a traer tablas más pequeñas y Barland, que era el fabricante local, empezó a hacerlas. Me traje la primera tabla más corta, que no era tan corta, si las comparas con las de ahora, a Santander, y Zalo (Campa) y todos éstos decían que había venido con un nuevo estilo, pero lo que pasaba es que había traído una nueva tabla y se notaba mucho”.
 Sobre la influencia decisiva que tuvo Francia en la rápida evolución que el surf experimentó en España entre 1965-1970, Manel Fiochi se muestra igualmente seguro: “Sin Francia el surf en España hubiese evolucionado, pero hubiésemos tardado mucho más. Tal vez lo que conseguimos en un par de años hubiésemos tardado diez. Francia nos aceleró el viaje, al menos en los inicios”, sentencia.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Un cántabro en la Scope Miami

Obras que serán expuestas en Miami
No sé si esta noticia la encontraremos en alguno de los medios masivos de la región, sólo sé que me gustaría equivocarme y que un día antes del 2 de Diciembre, fecha de la inauguración de la exposición en Miami, al abrir un periódico o encender una radio/televión, o entrar en alguna página de Internet, me la encontrase. Si no, el agravio comparativo sería tremendo, pues a menudo nos topamos con acontecimientos culturales sin mucha trascendencia (en cuanto a la relevancia del lugar que alberga la muestra artística o el propio nivel del artista y su obra) con una profusión de espacio, columnas, despliegue gráfico desproporcionado. No voy a entrar aquí a valorar el origen de este fenómeno tan real como arbitrario. Sólo diré que ahora mismo no se me ocurren el nombre de muchos artistas cántabros con presencia tan internacional y tan activos como Antonio Gómez Bueno... Y tampoco que sufran tan poca atención por parte de sus paisanos. Poca gente ha hecho tanto por llevar el nombre de su tierra por el mundo. Al menos de forma gratuita. Cantantes, futbolistas lo hicieron, pero con un contrato instutucional por medio. Hacer Marca Cantabria y del Racing (del que es un gran aficionado, mientras el resto caemos en la bipolaridad de esa guerra fría Madrid-Barcelona), por el mundo, por amor al arte (nunca mejor dicho) y con la que está cayendo tiene un mérito innegable.
 Su proyecto Utopía, con el que pretendía decorar con un inmenso mural la pared oeste del Palacio de Festivales, supuso la mejor, más internacional y más barata campaña publicitaria para el mencionado edificio y para la ciudad, que fue conocida en Los Ángeles, por mucha gente que hasta ese momento jamás habían oído hablar ni de la capital de Cantabria ni por supuesto del edificio de Francisco Javier Sáenz de Oiza, de la historia. La exposición 'A toda vela', sus murales temporales en los casetones de acceso a los parkings subterráneos de Las Cachavas o Castelar, que tuvo que cofinanciar, sirvieron para poner a Santander por unos días en el punto de mira del mundo del arte a un nivel extraregional, en lugar del meramente local, que es a lo que estamos acostumbrados y resignados.
 De igual forma resulta descorazonador que ahora que Santander, empujada por las limitaciones de un plan económico basado en el turismo de sol y playa (en una ciudad donde uno de cada dos días está nublado) y por el convencimiento de que  la burbuja inmobiliaria no se volverá a inflar, apuesta decididamente y porque no tiene más remedio por la cultura y el arte con proyección internacional no se acuerde de uno de sus artistas más internacionales. ¿Es caro, está muy lejos? Que se lo pregunten a los asturianos, que durante tres¡Tres años! disfrutaron de una obra de Gómez Bueno para anunciar el Festival de Salinas. Una de las cuales, más tarde, acabó en las paredes de todos los restaurantes de una importante franquicia de hamburgueserías de temática surfera de la Coste Oeste norteamericana. Lo cual relaciono con que el gestor de la Plaza de toros de Santander tuvo un cartel de Gómez Bueno como propuesta para una de las ferias. ¿Adivinan el resultado?

A continuación adjunto la invitación que el artista hace para que el que pueda se pase. Indudablemente, muy pocos  estaremos en Miami esos días; pero en la era de la virtualidad y de las nuevas tecnologías la presencia no se limita a lo meramente corpóreo y un poco de Cantabria y de España de todos nosotros estará en Miami, está en Los Angeles y donde sea que exponga Gómez Bueno.

Dear Friends,

On December 2nd will start the art fair Scope Miami, I will have these three paintings at the Copro´s gallery booth (B 19). If you are in the area, please stop by and say hello!
They all are oil on canvas, 74" x 54" (188 x 137 cms) 2014.

Queridos Amigos,

El próximo 2 de Diciembre se inaugurará la feria de arte Scope Miami. Mostraré estos tres cuadros en el stand de la Copro gallery (B 19). Si tienen la ocasión por favor pasen a saludar!!
Todos son óleo sobre tela, 188 x 137 cms, 2014.

All the best,

gomez bueno

Pautas básicas para prevenir lesiones en el surf. Entrevista Luis Morales




Quién más o quién menos ha sufrido alguna vez molestias físicas derivadas de la práctica del surf. Por fortuna, la evolución y la madurez de nuestro deporte han ido de la mano del surgimiento de una generación de profesionales especializados en el tratamiento de las lesiones derivadas de su práctica, así como de su prevención. Uno de estos especialistas es Luis Morales Rodríguez-Parets (Santander.1984), fisioterapeuta de la Selección Española de Vela en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Coordinador en el Area de Fisioterapia y preparación física de la Federación Española de Surf, y por cuya consulta de Health&Sport, en Santander, pasan a diario todo tipo de deportistas, tanto profesionales como amateurs. Miembro de una legendaria estirpe de surfistas, Luis sigue haciendo hincapié en la importancia de un buen calentamiento pre-baño para evitar lesiones, pero va más allá y pone especial énfasis en un entrenamiento y la combinación de otras actividades físicas como la natación o el remo como método de prevención más eficaz para posibles sobrecargas o descompensaciones.
Luis aplica sus conocimientos de surf en su trabajo.

-¿El surfing es un deporte muy erosivo para el cuerpo?
-Al  no ser un deporte de impacto no es tan erosivo como puede ser el running o el rugby; pero sí que se ven lesiones por sobrecarga debidas a la cantidad de horas que el surfista se puede pasar en el agua al cabo de una semana o un mes, entrenando o cogiendo olas. Además resulta curioso que un surfista profesional o un surfista amateur al final meten las mismas horas en el agua. Una persona que le encanta coger olas a lo mejor se da todos los días un baño. Esto es una peculiaridad que diferencia al surf del resto de deportes. Por ejemplo, un corredor profesional corre todos los días tres o cuatro horas; pero un corredor amateur corre tres días a la semana treinta minutos. Por eso, las lesiones que se producen en el surf son más de sobrecarga, de tendinitis, lesiones articulares; a diferencia de otros deportes de contacto, como el rugby, el fútbol, que son más roturas agudas, roturas de fibras musculares, roturas óseas…
 -Has hablado de tendinitis… ¿Puedes especificarnos cuáles son las lesiones que te encuentras más habitualmente en surfistas?
-Las que más vemos son lesiones de hombro y lesiones de espalda.  La lesión más frecuente es la tendinopatía del manguito rotador, tendones que estabilizan el hombro y trabajan  durante la remada y puesta en pie del surfista. Como lesión más grave, la hernia discal, que es una degeneración del disco intervertebral que puede mantenernos fuera del agua durante varios meses. Tiene referencia con el surf por la curvatura exagerada de la zona lumbar durante la acción de la remada, que, sin un buen trabajo muscular de la faja abdominal, acaba produciendo sobrecarga mecánica sobre el disco y las articulaciones cercanas. El origen de todas estas lesiones se encuentra en los desequilibrios musculares que los surfistas tenemos, porque todavía no tenemos el chip de entrenar para prepararnos para las horas de surf.
Desempeñando su función en la Selección Española de Surf.

-En ese sentido, el calentamiento previo es básico…
-Es importantísimo para no lesionarnos durante la sesión de surf que vamos a realizar, pero yo me refiero más al entrenamiento en el gimnasio, al ejercicio que hacemos fuera del agua para evitar sobrecargas o esas descompensaciones.
-En referencia a ese entrenamiento específico, te voy a dar un perfil de surfista: Surfista de fin de semana que de lunes a viernes no hace ningún ejercicio y que la actividad de coger olas es su única actividad física… ¿Qué le recomendarías?
-Algo muy sencillo y que creo que está al alcance de todos: Que se apunte a un gimnasio y que vaya a la piscina 20 minutos dos días a la semana y que lo complemente con otros 10 ó 15 minutos de remo otros dos días a la semana.
-¿Te encuentras mucho ese perfil de surfista que no hace otra actividad física?
-Tiempo atrás sí que me encontraba con gente que sólo cogía olas. Actualmente, se ve más la figura del deportista más completo. En verano, coge olas y, en invierno, lo compagina con la montaña, otros deportes acuáticos, como puede ser el kite o el windsurf. O incluso ahora mismo está más, en la cabeza de la gente, el entrenar físicamente fuera del agua, en piscina, gimnasio, haciendo crossfit, o un entrenador personal específico para cada deporte.
-Hemos hablado un poco del entrenamiento a lo largo de la semana para prevenir lesiones, posibles sobrecargas o descompensaciones, pero cuando éstas ya se han producido, ¿a los surfistas nos cuesta parar? ¿Vemos que hay olas, o que la previsión es buena, y nos metemos pese al dolor?
-Yo por la experiencia que tengo el surfista que tiene dolor de hombro y ese día hay buenas olas, se va al agua. En cambio, un corredor que tiene dolor de rodilla deja de correr hasta que se le soluciona el problema de la rodilla. Todavía nos puede ese ansia de meternos al agua el día que hay buenas olas, y  nos importa un comino si tenemos una lesión, un dolor; a no ser que sea una lesión aguda que nos impida coger olas por el propio dolor. Además, la lesión en el surfista es una lesión tendinosa que te molesta en frío, y una vez que calientas, te deja de doler. Luego, sales del agua y te vuelve el dolor, pero mientras estás cogiendo olas, te respeta la lesión. 

-¿Entonces se puede decir que las lesiones, en el surf, se dan más a largo plazo? ¿Que cuando un surfista lleve ya digamos 20 años notará el desgaste en sus articulaciones, espalda…?
-Yo estoy seguro que el surfista que no hace una serie de ejercicios de compensación a la larga lo nota. Resulta crucial el trabajo de aquellos músculos antagonistas a los que se activan en el surf. Por ejemplo, en el caso del hombro, existe una mayor demanda del pectoral (en la remada y puesta en pie) a diferencia de la musculatura posterior del hombro. Esto si no lo reequilibramos fuera del agua, produce alteraciones en la biomecánica del hombro con el consecuente riesgo que esto conlleva.  Para entendernos, es como si sólo trabajamos bíceps en el gimnasio y nunca hiciéramos tríceps. A la larga, seguramente tendríamos problemas en el codo o en el hombro por descompensaciones musculares entre la musculatura anterior y posterior del brazo.
-¿El hecho de que hagas surf te ayuda a entender mejor a tus pacientes y tratar sus dolencias?
-Mogollón. Yo creo que la figura del fisioterapeuta deportivo tiene que entender perfectamente el deporte para desarrollar su profesión mucho mejor y para indicar al paciente qué es lo que tiene y lo que no tiene que hacer, dependiendo de cada actividad deportiva. El hecho de que yo surfee me sirve por ejemplo para indicar a alguien que vuelve al agua después de una rehabilitación qué tipo de tabla debe utilizar, pues no es lo mismo surfear con un ocho pies, que empezar a surfear con una tabla corta. Yo te podría indicar esa progresión porque conozco ese deporte.

-Háblanos de tu biografía surfera…
-Yo empecé desde muy pequeño a coger olas. En mi familia, todo el mundo surfeaba. Mi padre, mi tío, Pedro Rodríguez-Parets, que tenían el club de surf en El Sardinero, muy cerca de donde tengo la consulta (En Joaquín Costa). Mi padre era muy amigo de Hugo y Dani García y me llevaba con ellos. Luego, tuve una época en la que dejé de surfear porque me dediqué a jugar al fútbol y al tenis. Hasta que con quince años me hice íntimo de Lope Carral, que ahora mismo está en Costa Rica con su empresa de tablas, All Ocean. Ahí me volví a enganchar. Empecé a viajar, primero por Cantabria, luego por Asturias, Rodiles, País Vasco, Mundaka. Más tarde Francia. Después Maldivas, Costa Rica…
Con la windsurfista Marina Alabau, medalla de oro en Londres.

-A nivel profesional, has tenido la oportunidad de ir a unas Olimpiadas (Londres 2012) con el Equipo Español de Vela, eres coordinador del área de fisioterapia y preparación física de la Federación Española de Surf... Unas experiencias iniguanables, supongo...

-Yo he tenido la suerte de trabajar, de hecho sigo trabajando, con la Federación Española de Vela desde el año 2009. Después de las Olimpiadas de China, el ciclo olímpico de Londres lo hicimos juntos y ahora estamos preparando Brasil 2016. A la vez, lo compagino con el trabajo aquí en la clínica de Santander, pasando consulta. Y además está mi labor en la Federación Española de Surf, que va al campeonato de Europa una vez al año; se va intercalando el Júnior con el Open, cada año lo van cambiando. El año pasado fue en Azores, en campeonato Open; y este año ha sido el Júnior. El año que viene es, en Marruecos, el campeonato Open y yo voy a ir con ellos y hago la figura de preparador físico y fisioterapeuta. Hago los calentamientos, les cuido la hidratación, la nutrición, los estiramientos, los ejercicios regenerativos…


-Por último, has hablado de la nutrición, ¿los surfistas debemos de cuidar mejor nuestra alimentación?
-No te voy a dar grandes pautas, porque esas las darían mejor un dietista o un nutricionista, pero tenemos la suerte de vivir en España con la Dieta Mediterránea. A diferencia de otros países como Australia y Estados Unidos donde comer bien es mucho más difícil y mucho más costoso. Tenemos accesibles las verduras y los hidratos de carbono sencillos como la pasta. Tenemos buenas carnes, buenos pescados. El secreto: Tener un equilibrio entre todos los alimentos sin excedernos en ninguno. Eso nos va a hacer que funcionemos bastante mejor en el agua y en cualquier medio en el que nos desenvolvamos.
 



















sábado, 8 de noviembre de 2014

El surf hecho arte de Esteban Bojorquez



Ahora que el Thyssen Bornesmiza de Madrid anuncia que expondrá los mejores vestidos de Givenchy (elevando de esta forma a la alta costura a la categoría de arte -cosa bastante discutible-, como anteriormente hizo el Guggenheim de Bilbao con las motos, en su exposición de 1999-2000), me pregunto si algún día veremos, en alguno de los museos internacionales, una retrospectiva sobre el surfing, pero no sobre obras pictóricas, escultóricas inspiradas en el mar, las olas o personajes o íconos varios del mundillo (éstas ya se han hecho), sino en el surfing como tal. La sagrada trinidad formada entre un hombre, su tabla y la ola. Sobre las composición armónica que un sujeto es capaz de improvisar sobre la marcha sobre una creación de la naturaleza efímera y en movimiento. Sobre lo bello que tiene contemplar a ciertos elegidos o tocados por la gracia divina ir encadenando distintas maniobras, sección tras sección de la ola, para conformar una perfecta sinfonía, en la que nada sobra y nada falta. El surfing no como arte, sino como bella arte, sin otro fin que la pura y dura estética, sin importar la técnica, la capacidad física o la dificultad y, por supuesto, sin un baremo con el que establecer una puntuación como ocurre en el surf competitivo. El hacer por hacer sin un para qué predeterminado.
No son tantos los surfistas que podrían formar parte de esa hipotética exposición. Pero, sin duda, uno de estos sería Esteban Bojorquez (Santa Mónica California.1949), también conocido como Steven Krajewski. En el plano biográfico, se puede decir que Esteban o Steven estuvo en el lugar adecuado en el momento idóneo. Fue uno de esos chicos del valle que llegaron a la costa, con el gran boom de los sesenta. Surfeó en Malibú, Rincón, Hollister Ranch… Allí se empapó del estilo de los mejores, y por supuesto de Miki Dora. En una entrevista Kira Putnam llega a decir que “el estilo de Miki estaba al alcance de muy pocos”. Steve era uno de estos elegidos. Por no decir: ‘El Elegido’. Si Dora era El Rey de Malibú, Steven era El Príncipe.
  Más adelante, con el desarrollo del concepto hull dispacements, Bojorquez evolucionó y cogió su propia dirección, adquiriendo un estilo personalísimo y deslumbrante. Encontró su propia forma de expresión de su yo surfero. Durante años, trabajó codo con codo como probador oficial o piloto de pruebas de Greg Liddle. Como vemos fue testigo de acontecimientos cruciales como el diseño de la quilla flexible, por parte de Greenough, que la concibió inspirándose en la morfología de los atunes… Esteban Bojorquez estuvo en el epicentro,  los vivió en primera persona y  resultó un personaje clave para entender el proceso de evolución de la morfología en las tablas, de su acortamiento radical,  y también de la repercusión que esto tuvo en el agua, en el estilo de los surfistas, que de repente vieron cómo la variedad de maniobras que podían ejecutar en una ola se les abría como un abanico, e incluso podían hacer algunas que unos meses antes y con las anteriores tablas simplemente resultaban impensables. Bojorquez imaginó  muchas de estas maniobras, concibió un estilo, iluminó formas y modificaciones en las tablas que ayudan a entender el presente de este desmemoriado deporte.
 Esteban Bojorquez es uno de esos surfistas, que se cuentan con los dedos de una mano, que ha cogido el surfing y de una actividad física lo ha elevado a la categoría de arte. Que merecen que una de las escasas grabaciones que circulan de él surfeando tenga que ser custodiada para las generaciones futuras en un museo de Arte.