miércoles, 3 de agosto de 2016

Roberto Sánchez ‘Lulen’, El shaper errante (Ahau Surfboards)

En ocasiones, realizas una entrevista y te olvidas  de ella en el momento justo que la envías al medio que la va a publicar. Otras veces las palabras del entrevistado remueven algo en tu conciencia o te hacen pensar y te acompañan durante mucho tiempo. Esto último me pasó entrevistado al shaper Roberto Sánchez 'Lulen'. Recuerdo que iba a su taller con la idea de adquirir una tabla. Por circunstancias de la vida, las características de esta nueva tabla debían estar supeditadas al espacio del coche, o mejor dicho, al poco espacio que quedaba para una tabla de surf tras meter todo lo que tenía que meter.
Roberto Sánchez, durante un descanso en su taller.

En medio de la entrevista, Lulen, ajeno por completo a mis carencias de espacio y a mis motivos extrasurfísticos a la hora de decantarme por una tabla, me brindó esta frase:
"Un surfista es el repertorio de maniobras que tiene, la profundidad del surfing que tiene o no tiene... Su quiver... Si tú juegas al golf, necesitas al menos ocho palos; si no, no puedes... Sí puedes, pero entonces ni es golf ni es surfing. Si tú quieres practicar surfing vas a necesitar tablas para olas con masa de agua, para olas de fondo de arena, para reef, para un metro, dos, cinco, para días que estoy contento, para días que estoy triste y tengo una lesión. Yo tengo 20 tablas operativas, me gustaría tener 10 más. De esas veinte, uso dos o tres el 80% de mi surfing, pero necesito esas otras para completar mi surfing. ¿Hablamos de surfing o hablamos de que yo solo hago esto? (pone sus dedos pulgar e índice marcando una medida ínfima). De esta actividad solo desarrollo una parte. También es una realidad. Es algo que respeto y que con mis palabras no intento ni mucho menos desprestigiar. Hay gente que sólo se mete en verano y con chaquetilla; pero claro, dime qué tienes en tu quiver y te diré qué tipo de surfer eres. Yo hablo de gente comprometida, qué tiene el máximo número de tablas, discute con su mujer por ello, por madrugar e ir a la playa. Tiene el veneno dentro y se juega muchas cosas cada vez que se mete en el agua.
 A cada uno, estas palabras le suscitarán un tipo de opinión. Habrá quien sienta su ego surfero atacado y se pondrá a la defensiva diciendo que no tiene dinero para comprarse 30 tablas... No creo que el trasfondo de esta frase sea una cuestión económica; pero para mí la reflexión está clara e invita a la autocrítica. ¿En qué clase de surfista me he convertido que supedito la dimensión de una tabla al espacio que queda libre en mi coche?  ¿Qué queda de aquel surfista que supeditaba su tabla al tipo de surfing que aspiraba a hacer, o a las olas que le gustaban? Indudablemente, con 15 o 16 años, sentí el fuerte picotazo del bicho del que habla Lulen, pero los derroteros por los que me ha conducido la vida, ha hecho que de forma imperceptible y gradual aquello que en su día era tan importante, ahora sea algo más bien secundario, por no decir anecdótico. 
 A lo largo de la entrevista, Lulen regala otras perlas que se pueden leer en stafmagazine...
http://stafmagazine.com/features/roberto-sanchez-lulen/


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