Cualquier momento es bueno para recomendar un libro,
un buen libro, pero ahora coincidiendo con el día del libro, aprovecho
doblemente para animar a la gente a que lea el libro de William Finnegan
titulado Años Salvajes. Biografía, premiada con el Pulitzer, que recoge las
aventuras y desventuras surferas en torno a las olas grandes vividas por el
autor por todo el mundo (California, Hawaii, Sudáfrica, Australia, Portugal, etc...).
Finnegan es un reputado periodista que ha cubierto
peligrosos conflictos internacionales como las guerras de Sudán o de los
Balcanes y colabora con medios tan prestigiosos
como el New Yorker. Además por lo que se desprende de Años Salvajes ha
sido un voraz lector de los grandes autores americanos del siglo XX, con los
que curiosamente también ha compartido
la profesión de periodismo (Hemingway, Norman Mailer). Todo esto se nota en Años Salvajes. Si el
reclamo de algunas autobiografías únicamente es la increíble vida de su autor,
que luego es incapaz de plasmar en palabras de una forma amena, interesante y
estética la misma, en Años Salvajes, no existe este problema. La vida de
Finnegan es de película, de libro, pero es que además su narrativa está a la
altura de los grandes hechos que narra. De alguna forma, leyéndolo se llega a
la conclusión que este libro lo hubiera podido escribir Truman Capote, si
Capote hubiese cogido olas. Descripciones de baños extremos, con series
monstruosas, olas colosales, cazadas, lavadoras, todo relatado de forma
precisa, sin exceso de adjetivos, sin maquillaje, sin rocambolescos ejercicios
estéticos, todo al servicio de la narración.
El libro está estructurado en diversas fases de la vida del
autor vinculadas a míticas zonas surferas del planeta. A mí particularmente las partes
que más me gustan son la primera, en la que narra su conflictiva adolescencia
en un instituto de Hawaii; cuyas peleas, después de clase, con los peligrosos
matones nativos me han recordado a mi admirada La senda del perdedor de Charles
Bukowski y los últimos capítulos (etapa en Nueva York) en los que relata, sin
medias tintas, el declive físico que experimentan los surfistas según van
cumpliendo años. He leído bastantes biografías de pros, pero nadie hasta ahora
ha explicado tan sinceramente lo que supone para un surfista irse haciendo
mayor, perder cualidades y asimilar que llega un momento en que tu agilidad y
equilibrio van a menos y ya no puedes coger las olas grandes y rápidas que
cogías antes. Esto encima cuando has sido un big wave rider que has empleado
guns tiene que ser demoledor. Me ha
gustado la reflexión de que todo surfista por muy bueno que haya sido acaba
convirtiéndose en un novato en el agua. Al final, se desprende que la vida tiene
una estructura circular, empiezas y acabas usando un long board o una tabla con
mucho volumen, si es que quieres seguir al pie del cañón, del pico, y no abandonarlo.
Por último, decir que Años Salvajes no es un libro de surf,
entendiendo esto como un libro que sólo deban o vayan a comprender surfistas.
Al igual que El Gran Miércoles tampoco es una película exclusiva de surf para surfistas.
Años Salvajes, al igual que El gran Miércoles, es un libro que habla de la vida
y de las decisiones que debemos tomar. De cómo muy pocas personas priorizan
su gran pasión por encima de lo que la
sociedad, nuestros padres o nuestro entorno considera que debemos hacer. Ir a
la universidad, comprar una casa, formar una familia, tener un trabajo relacionado con estos estudios. Al igual que hay una gran
mayoría que cedemos a la presión del entorno y acabamos abandonando nuestra pasión, o la marginamos a nuestros periodos de tiempo libre, o la
degradamos a la condición de hobby, por cumplir con nuestras obligaciones.
Este es un libro que recuerda a Hacia Rutas
Salvajes, de ahí que desde mi punto de vista haya que intentar quitarle cuanto antes esa
etiqueta un tanto peyorativa y estigmática de libro de surf, que lo condena a
un círculo muy restringido. Años Salvajes es un libro que habla de la libertad,
de las grandes y arriesgadas apuestas
que hay que tomar en la vida, sobre todo cuando eres joven, de si debes
de tomar el camino convencional y seguro o el alternativo cuyo destino es más
incierto. Por todo esto, Años Salvajes es un libro sobre la vida que podemos
leer todos, surfistas y no surfistas, pues todos nos vemos empujados a tomar decisiones, elegir entre lo
que debemos hacer o queremos hacer, ya sea surfing, cocinar, escribir o hacer
danza clásica.
Título: Años Salvajes
Autor: William Finnegan
Traducción: Eduardo Jordá
Editorial: Libros del Asteroide
Páginas: 593
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