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Roy, un gigante en la cancha y en el line up. |
Gracias al ejercicio intermitente y espaciado en el tiempo con el que he practicado el periodismo en los últimos 25 años, he tenido el placer de conocer a un puñado de auténticos personajes. Uno de estos sujetos míticos fue el pívot de baloncesto canadiense de origen holandés Roy Steven Kruiswyk. Roy alternaba las canchas con la playa, donde cogía olas casi con la misma pericia con la que capturaba un rebote, ponía un tapón o machacaba el aro. Dentro del enorme cuerpo del canadiese, se puede decir que había un espíritu nómada y su estancia en Santander duró apenas un año, pues tras concluir la campaña 2004-2005 se fue al club baloncesto La Palma, en el archipiélago canario. Nunca me lo confesó abiertamente, pero creo que detrás de sus decisiones profesionales primaba el factor ola; salvo el año que se pasó en el Plasencia, aunque más tarde me explicó, con una sonrisa, que alternaba la dinámica de entrenamientos y partidos con visitas a las playas de Huelva, Cádiz y escapaditas a la costa portuguesa: ¡No sabía nada este canadiense!
Aprovechando su visita a Cantabria, en la temporada 2005-2006, para enfrentarse a su ex-equipo, el extinto Los Lobos, o Alerta Cantabria, entrevisté a Roy para el magazine de surf 3sesenta. En un momento de la charla, Roy se puso serio (algo muy poco habitual, pues le recuerdo siempre sonriente) y me confesó, con cierta pena nostálgica, que en ocasiones por la noche soñaba con la derecha de Santa Marina. Aquella ola le tenía completamente enamorado. Fue un hecho que me llamó poderosamente la atención. Roy era un tipo viajero, creo que también me dijo que había estado en Jeffreys bay, la ola más larga del planeta, pero aun así ahí tenía a un canadiense que ni tan siquiera había llegado a la treintena,, que había viajado más de lo que yo lo haría en cuatro vidas, y me decía que echaba de menos una ola que yo tenía a 18 minutos escasos de mi casa. Por una vez y sin que sirva de precedente, aquello me llenó de chovinista orgullo revillesco anchoil por lo nuestro.
Cuento esto porque aquello ocurrió en el ya lejano 2005. Como se ve, Somo y Santa Marina ya eran lugares conocidos y respetados por la comunidad surfera desde hacía ya muchos años. Tan sólo recordar que Santa Marina fue surfeada por primera vez en 1967 por los surfistas santanderinos, Manel Fiochi, Carlos Beraza, Merodio y Novo.
Cuatro años después de mi charla con Steven, se puso en funcionamiento el autodenominado y un tanto marshalliano, mesiánico y salvador 'Plan de competitivad del producto del surf en Ribamontán al mar'. Un plan que, en su momento,, me llamó poderosamente la atención por varios y poderosos motivos; en primer lugar, porque en aquella época ya empezaba a verse sintomas más que evidentes de que si el surf continuaba creciendo así, podia llegar a colapar en unos años. En segundo, porque no recordaba haber sufrido una guerra que hubiese destruido nuestos hogares, borrado nuestras infraestructuras para necesitar un plan de reconstrucción, salvamento o reflotación. Luego, porque con ese rimbombante y pomposo nombre se daba a entender como que el surf hasta ese momento no era competitivo, y Somo era poco menos que el Tercer Mundo, una especie de solar, erial o desierto donde apenas había tejido empresarial de surf y poco más que había un burro y cuatro tablas polvorientas y rotas que los malnutridos, famélicos, descalcificados y desdentados surfistas locales alquilaban a los visitantes a cambio de chocolatinas o cigarros. Y por último, y no por ello menos importante lugar, porque por venir de quien venia, los mismos que han gestionado las cajas de ahorros, las diputaciones, los ayuntamientos, la crisis económica, el covid, la dana, los incendios, el resultado podía ser, por decirlo de alguna manera y eufemísticamente, muy poco reconfortante.
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Entrevista a Kruiswijk publica por 3sesenta en 2.006. |
No voy a entrar a a valorar si los resultados conseguidos por este ya extinto plan, relevado por otros como el un tanto paradójico y hasta luctuosamente humorístico Plan de sostenibilidad de Somo; han sido o no reconfortantes; pero algo debe de estar fallando cuando en los últimos tiempos este municipio está saliendo a la palestra por noticias tan poco edificantes como 'insostenibles' megabotellones en parajes de gran riqueza paisajística y natural, acampadas en techos de coches, y se lanzan angustiosos SOS a la delegación de gobierno ante una situación que parece se ha ido de las manos.
Como digo no voy a entrar a desarrollar las actuaciones públicas realizadas en los últimos años para hacer competitivo el producto del surf, pero voy a dar mi personal punto de vista de lo que creo que está pasando en España con el turismo en general, que es ni más ni menos lo que ha pasado con todas las crisis que hemos vivido en los ultimos años y han sufrido injerencias de una u otra manera por parte de la clase política, bien desde su origen o bien desde la solución; o en ocasiones y, si me lo permiten, de forma un tanto esquizofrénica, desde ambas.
Es 'vox populi',que los políticos, los gobernantes, los administradores públicos han apostado por el turismo como producto estrella y salvador de nuestra economía. La pesca, la ganadería, la agricultura, la industria han sido borrados de nuestro tejido productivo que, como un mal tahúr, ha apostado todo a una carta y jugada únicas y salvadoras del "sector servicios". Como en su día pasó con la construcción, han estimulado, fomentado y en ocasiones hasta generado un peligroso crecimiento que no es paulatino, sostenible, escalonado ni progresivo en el tiempo. El número de visitantes que se está recibiendo es muy superior al que puede absorver el tejido de infraestructuras que hay. actualmetne en cualquier pueblo o ciudad costera españolas. Ni hay plazas hoteleras, ni aparcamientos, ni restaurantes, ni recursos hidrícos o energéticos suficientes, y en el caso del surf si me apuran ni olas para tanto turista. Se puede decir, por ejemplo, en el caso de los hoteles, que la oferta es muy inferior a la demanda. Lo cual a parte del overbooking genera una subida alocada del precio de las pernoctaciones. ¿Cuál está siendo la solución o el parche? Las pisos turísticos, las autocaravamas, las pernoctaciones en los coches en vía pública.
Para más inri, los nada imaginativos gobernantes, que han causado con su pésima gestión o su inacción este problema, la solución que dan es una vez más coercitiva, sancionadora. Multas y más multas. Es demencial. Se dedican a promocionar indiscriminadamente su municipio como destino de vacaciones, como el paraíso del surf en Europa, y luego cuando todo se desborda, ponen el grito en el cielo, hacen llamamientos a la ONU, a la OTAN, al Pentágono, a la Unión Europea porque sufren una invasión de Cayetanos con náuticos y Cayetanas o Victorias Federicas con sandalias y trajes de impoluto blanco ibicenco tarareando canciones de Taburete. En Espàña no se sabe diferenciar el efecto de la causa. Cuando hay un problema se inenta arreglar multando al efecto. Es como si en la cara nos salen granos por tener colesterol y nos compramos un antiacné en vez de combatir el índice de grasa en la sangre, que aparte del problema estético nos puede generar un colapso y matarnos. Pero yendo al efecto no se solucionada nada, porque para arreglar algo hay que ir a la causa del problema, a la raíz misma y no a las consecuencias. Podemos multar al que acampa en la calle, al que alquila su apartamento en la playa o al que hace un megabotellón, pero así nunca solucionaremos el problema de verdad.
He de decir aquí que los ciudadanos no somos nada inteligentes. porque como buenos españoles, somos cainitas, y por lo general nos aliamos con los políticos y descargamos nuestra ira contra el más débil en la cadena, el que pillamos más a mano, contra el prójimo o lo que es lo mismo: contra el igual, contra el hermano. Ahí tenemos las pintadas de 'turistas go home', o las manifestaciones de "fuera apartamentos turísticos de nuestros barrios". Siempre critcamos a los campistas, a los de las autocaravanas, al surfista visitante, al alumno de la escuela, o al chaval que ha visto en su dispositivo android, en Internet, un video de youtube, un post o un tik tok de un influencer al que sigue, pagado con dinero público por el mismo ayuntamiento que como Zelinski pide ayuda a la comunidad internacional, y que ha querido disfrutar de ese rincón maravilloso. O sea, primero te promocionas, generas en el público una necesidad de ir, y luego multas al que va.. Como diría mi amigo Emilio: te rompen las piernas y luego te pagan las muletas.
Hay quien dirá que el proyecto del surf ha sido un auténtico éxito porque el crecimiento turístico de los ultimos años es una realdiad palpable. Yo aquí discrepo y mucho. Desde mi punto de vista, ha sido una inversión completamente innecesaria. El crecimiento del surf es una realidad mundial, global imparable, se está dando aquí y en China y se hubiese producido de todas maneras. Lo que ha ocurrido aquí una vez más es lo que ocurrió con la burbuja de la constucción. El crecimiento turístico no ha sido gradual ni armónico,ha sido exponencial e incontrolado, y ha crecido de forma completamente artifcial, estimulado con dinero público, y de manera ultraacerelada. El turismo y el surf han sido dopados, se les ha insuflado EPO, anabolizantes, esteroides, como un becerro, que ha crecido express en ocho meses lo que en condiciones naturales y normales le hubiese llevado 2 o 3 años.
¿Alguien, en su sano jucio. piensa que el crecimiento que experimentó el surf en California en la década de los 50 y principio de los 60, el mismo que destruyó un paraíso hasta entonces intacto, y convirtió en nómadas a sujetos como Miki Dora, se debió a un plan orquestado del ayuntamiento de Malibú con fondos de Washington o de Sacramento? Se debió a muchos factores, todos ellos privados, ajemos a las administraciones públicas. Uno de ellos fue el estreno de una película, Gidget, que produjó un efecto llamada y un pistoletazo de salida en muchos jóvenes que se quedaron prendados de los protagonistas de la cinta y querían emular sus aventuras. Ése probablemente fue el hecho nuclear, el desencadenante. pero hubo otros muichos. Las demostraciones de socorrismo con su tabla que hizo el campeón olímpico de natación Duke Kahanamoku dejaron hechizados por el surf a toda una generación primigenia de surfistas californianos, que fueron el semillero de lo que vendría luego. Las experimentaciones de Hobie Alter con nuevos materiales simplificaron, aceleraron y abarataron el proceso de construcción de una tabla (el surf podría haber crecido lo que hubiese querido, pero sin tablas de foam, aquellos jóvenes que salían extasiados de las salas de cine, no hubiesen podido coger olas).
En EE.UU todo empieza en un garaje: .Apple, Under Armour, Amazon, el mencionado Alter arreglando tablas en el garaje de casa de sus padres, utilizando materiales innovadores como el foam en sustitución de la madera de balsa. ¡Vamos, igualito que en España!, que no se hace nada, no se investiga, no se innova sin un puto fondo público. En EE.UU todo empieza en un garaje, y en España todo empieza y todo acaba en un despacho público.
Aquí volvemos al primer párrafo,. a finales de los noventa y principios del siglo XXI en Somo había una infraestrucutra surfera privada, incipiente, considerable. No éramos una aldea de galos ni la alemania nazi ni la Italia de Benito Mussolini en mayo de 1945; como algunos, por lo general ajenos al surf, nos hicieron o quisieron hacernos creer en 2009. Somo era un destino muy famoso, mítico y legendario, una de las mecas del surf en España, era respetado y conocido por la comunidad surfera nacional e internacional. Ahí tenemos el testimonio de Roy Steven Kruiswijk, había surfistas famosos. Alli en 1991 se creó la primera escuela de surf., estuvo radicada la mitica casa Lola donde se fabricaban tablas de surf en los sesenta, Zalo Campa y Laura Revuelta fundaron la mítica boutique surfera Xpeedin`. Ahora que lo pienso: ¡Qué casualidad! La primera escuela de surf en España, es cierto que no se creó en un garaje, pero se creó en una caseta abandonada de los socorristas de la Cruz Roja en la playa. Se puede decir que David García fue el Steve Jobs, el Hobie Alter de las escuelas de suf en España. La fundó en 1991, casi 20 años antes que el salvador plan de competitividad (la competitivdad querrá decir que donde antes había cinco o seis escuelas iba a ver 25 o que en un pico donde había 30 surfistas iba a ver 3000, puro darwinismo social para condenar a los locales, a los más débiles a la extinción, al exilio, y que emergiese una raza de supersurfistas más competitivos). Me disperso. David García creó su escuela sin fondos next generation, ni ayudas públicas ni subvenciones de la Unión Europea para jóvenes parados menores de 32 años, sin acudir a la agencia de desarrollo local, sin tarifa plana para autónomos, sin formar parte de ningún plan municipal dotado de fondos del Ministerio de Trabajo para jóvenes emprendedores. La Escuela se hizo por pura iniciativa privada, respondiendo a una inquietud personal, romanticismo e idealismo (pagarse surfaris y poder vivir de lo que le gustaba).
Lo que le ha pasado a Ribamontán al mar, al surf en Espña, lo admito, iba a ocurir sí o sí, tarde o temprano, Pero era completamente innecesario meter un solo euro público y la intervención política. Lo que sí se podía haber cambiado era haberlo hecho de forma sostenible, paulatina, escalonada, racional dando tiempo de generar las infraestructuras, el tejido empresarial necesarios para albergar a los turistas, pero se optó una vez más por lo de siempre: se ha sobreestimulado, incentivado, dopado el mercado, Esto no sé si es malo o es bueno. Cada uno tendremos nuestro particular punto de vista. Lo que sí me pregunto, en ocasiones, es si hoy, en 2025, Roy Steven Kruiswijk, el bravo y combativo pívot de baloncesto, esté donde esté, seguirá soñando con Santa Marina, o el sueño se le habrá tornado pesadilla...
http://surfordieoflaughter.blogspot.com/2016/09/entrevista-de-archivo-roy-steven.html